Beneficios de la musicoterapia

La musicoterapia.

Lo primero que tenemos que hacer al hablar de la musciterapia es saber en qué consiste, como bien se define es: Terapia que utiliza la música de forma controlada con el objetivo de restaurar, mantener e incrementar la salud mental y fisica. Es la aplicación sistemática de la música, dirigida por un musicoterapia con el objetivo de lograr cambios en la conducta.

A lo largo de la historia, es de sobra conocida la influencia de la música en las distintas civilizaciones, como ejemplo de ello son los papiros egipcios encontrados datados de 1500 AC, donde se hace referencia al encantamiento de la música en la fertilidad de la mujer.

Otro ejemplo claro es la utilización de la "nana" para calmar, relajar o dormir a nuestros bebes.

Sabemos que la musicoterapia es una rama de la ciencia "joven", empezando a utilizarse a principios del siglo XXI, siendo esta la combinación de varias disciplinas como: - Arte, relacionado con creatividad y belleza; - Ciencia que tiene relación con la objetividad, replicabilidad y la verdad.

Que la musica es un arte todos lo sabemos, lo que no suele saber es que es una experiencia sensorial que puede activar todas las áreas cerebrales, siendo útil porque hace trabajar al cerebro. También se ha demostrado que en rehabilitación, educación y en bienestar social útil.

También se utiliza la musicoterapia para tratar el autismo infatil, los niños que presentan un trastorno del espectro autista (TEA) presentan una conexión especial con la música en general. Esta característica muy común es presentar un interés elevado por la música, llegando a tener en ocasiones una memoria musical excepcional y una capacidad de componer extraordinaria. La música llega a mejorar la comunicación familiar, a expresar los sentimientos y a controlar las crisis, ayudándonos en situaciones incomodas como la espera en lugares públicos o cuando no tienen el control de predecir lo que pueda pasar.

Con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad ocurre algo parecido a los TEA, la música es más un relajante a su comportamiento, utilizándolo en momentos de falta de control de impulsos.

En el ámbito del Alzheimer hay evidencias que la musicoterapia favorece la comunicación, les ayuda a autorregular las emociones, y el ejercicio en aspectos físicos y cognitivos ayudan a mantener las capacidades preservadas y aumentar la autonomía y bienestar.

Si no podemos tener acceso a estas sesiones, en casa podemos hacer que escuchen las canciones que le emocionaron, haciéndole recordar sucesos, sonidos, olores e incluso sensaciones táctiles que le recuerden su propia identidad. Todas estas emociones harán que se sienta segura y tranquila, mejorando la comunicación. El ritmo de dicha canción la puede poner en movimiento, sacándola de su estado de apatía, si escucha la letra de su canción favorita puede estimular sus ganas de conversar, siendo estas algunas de las cosas que podemos lograr haciendo audiciones en casa. 

Unos consejos que podemos dar para realizar estas audiciones en casa son: 

· Encontrar la música de su vida que se identifique con lo que bailó, cantó y que le emocionó.

· Comprobar si esta música le relaja o le estimula y anotarlo para futuras sesiones. Se puede comprobar si es positivamente si mueve partes del cuerpo, nos mira, canta o nos hace comentarios, y si le relaja le podemos observar una expresión facial relajada.

· Buscar un lugar que reúna las condiciones ideales para la escucha musical, un espacio tranquilo donde no tengamos ruidos, luz natural, una temperatura adecuada y evitar que sea una zona de paso para que se concentre.

· Ponerle la música adecuada en cada momento, si vemos que está agitada, enfadada, la musica a de ser relajante, y si queremos levantar el ánimo utilizaremos música que le ofrezca pensamientos y emociones alegres.

· Ajustar el volumen de la música a la comodidad del usuario es esencial, ya que puede tener problemas de audición y no llegar a escuchar la música relajante, como puede ser sensibles a los ruidos y provocarle molestias con el volumen, siempre deberemos preguntar cuando suene la música si está cómoda.

· Las sesiones intentaremos que duren entre 20 y 30 minutos, ya que podemos llegar a producir que el paciente pierda la atención y no acabe prestando atención a la música y perder la estimulación deseada. Si el paciente lo necesita, podemos ofrecerle mñas de una sesión.

· Durante la sesión de escucha musical, acompañaremos en todo momento al paciente para poder controlar las emociones, si observamos llantos, gemidos o caras de rechazo pararemos la música y le preguntaremos si prefiere otra música.

Desde Dismovil esperamos a ver dado a conocer un poco más esta terapia y que hayamos podido servir de ayuda a todos nuestros lectores que estén interesados en la musicoterapia.